Bartolomeo Gualco, tras haber "tastato" (probado) una fuerte grappa de orujos de Barbera vertiéndola de un "caratlein" (pequeño barril) de roble, la encontró tan agradable y llena de personalidad que decidió que merecía un nombre especial.
Invitó a los notables del pueblo (el notario Soldi, el síndico Farina, el párroco Don Simonelli, el abogado Ferretti, el farmacéutico Balbi y… se dice… que también el subteniente de los carabineros) a fin de que, todos juntos, se devanaran los sesos para encontrar un nombre digno de tanta calidad.
Desafortunadamente, tras una noche transcurrida en degustaciones y apreciaciones de la obra del “mago de la grappa” los catadores, con paso tambaleante, volvieron a sus hogares habiendo olvidado completamente la tarea para la cual habían sido convocados: “bautizar” el producto.
Bartolomeo, después del alba, al haberse quedado solo, con los ojos rojos y la imaginación vacía por las secuelas de la noche anterior, decidió llamarla “Grappa Sin Nombre”
Materia prima: | orujo de Barbera |
Método de destilación: | alambique al baño maría piamontés |
Envejecimiento: | 5 años en barricas de roble de 220 litros |
Alcohol: | 45 % |
Tipo de botella: | 700 ml. |
Examen organoléptico: | Color: ambarino |